jueves, 22 de septiembre de 2011

Extraño

Algunas noches
como esta noche
parecieran reptar por atrás del cuello
de uno y detenerse en la base del cráneo,
se quedan allí
así
de esta manera.
Probablemente sea un pequeño preludio a
la muerte,
un pre-calentamiento.
lo acepto.
Entonces la mente se vuelve como
una película:
observo a Dostoievski en un pequeño cuarto
y él está bebiendo un vaso de
leche.
No es una película larga:
él apoya el vaso y se
acaba.
Luego estoy de vuelta
aquí.
Un purificador de aire
hace su blando sonido detrás mío.
fumo demasiado, todo el cuarto
a veces se pone azul
por eso mi mujer ha puesto el
purificador de aire.

Ahora la noche ha abandonado la base
de mi cráneo.
Me recuesto en la silla
giratoria
recojo un destapador con la forma
de un caballo.
Es como que estoy sosteniendo al mundo entero
aquí
con la forma de un caballo.

Dejo al mundo,
abro un ganchito de papeles y comienzo a limpiar
mis uñas.

Esperar a la muerte puede ser perfectamente
apacible.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Sublime...

pablo fernandez dijo...

quien no espero a la muerte alguna vez?

pablo fernandez dijo...

quien no espero a la muerte alguna vez?

pablo fernandez dijo...

quien no espero a la muerte alguna vez?

pablo fernandez dijo...

quien no espero a la muerte alguna vez?

Anónimo dijo...

Maravilloso, me encantó

Anónimo dijo...

Magnífico, es un maestro.

Anónimo dijo...

Yo no espero la muerte la muerte me espera y espero que sea pasiente

Anónimo dijo...

Que se puede oir de la muerte q ya no allamos oido ya...? Muchas cosas en realidad pero lo q esperamos de la muerte no es el fin sino la esparanza de pensar q todo lo vivido acabara y empezara algo nuevo sea como sea un final no es un final es un nuevo comienzo de una nueva historia...