siempre fui un haragán natural
me gustaba echarme sobre la cama
en ropa interior (manchada, por
supuesto) (y con quemaduras de
cigarrillos)
descalzo
botella de cerveza a mano
tratando de sacudirme alguna
noche difícil, digamos con una
mujer aún por ahí
caminando el piso
quejándose de esto y de lo
otro,
y yo trabajando en un
eructo y decir, "QUÉ, NO TE
GUSTA? ENTONCES SACA TU CULO
DE AQUÍ!"
yo realmente me amo, yo
realmente amo mi ser-
haragán, y
ellas al parecer también:
siempre se van
pero
casi
siempre
regresan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario