jueves, 5 de julio de 2012

" JOVEN EN NUEVA ORLEÁNS " de CHARLES BUKOWSKI

pasando hambre por ahí, merodeando por los bares,
y de noche caminando las calles durante
horas,
la luz de la luna siempre me parecía
falsa, quizás lo fuera,
y en el Barrio Francés yo miraba
los caballos y las calesas pasar,
todos sentados en lo alto de los carruajes
abiertos, el chofer negro, y
detrás el hombre y la mujer,
usualmente jóvenes y siempre blancos.
y yo siempre era blanco.
y atraído apenas por el
mundo.

Nueva Orleans era un lugar para
esconderse.
podía mearme la vida,
sin ser molestado.
excepto por las ratas.
las ratas en mi oscuro y pequeño cuarto
tan resentidas de compartirlo
conmigo.
eran grandes e intrépidas
y me miraban con ojos
que hablaban sobre
la muerte
sin pestañear.

las mujeres estaban más allá de mí.
veían algo
depravado.
había una camarera
un poco más vieja que
yo, ella casi me sonreía,
demorándose cuando
me traía el
café.

con eso era de sobra para
mí, con eso
bastaba.

tenía algo
esa ciudad, aunque
no me dejase sentir culpable
de no sentir nada por las
cosas que otros tanto
necesitaban.
me dejaba solo.

sentado en mi cama
las luces apagadas,
escuchando los sonidos del
exterior,
alzando mi botella barata
de vino,
dejando que lo cálido de
la uva
me
entrase
mientras oía a las ratas
moverse por el
cuarto,
yo las prefería
antes que a los
humanos.

estar perdido,
estar loco quizás
no es tan malo
si puedes estar
de esta manera
sin que te molesten.

Nueva Orleans me dio
eso.
nadie nunca me llamó
por mi nombre.

sin teléfono,
sin carro,
sin trabajo,
sin
nada.

yo y las
ratas
y mi juventud,
una vez,
esa vez
en que supe
incluso a través de la
nada,
que se trataba de la
celebración
de algo no para
hacer
sino sólo para
saber.

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